Dependencia:

Hace algún tiempo tuve un accidente deportivo, me fracturé el Escafoides de la mano derecha, soy diestro de nacimiento y prácticamente todas las actividades diarias las realizó con mi mano derecha.
Esta fractura vino a cambiar mi vida de una manera interesante ya que tuve que aprender a utilizar mi mano izquierda, la lección es la siguiente:  

"Es difícil aprender a depender de alguien"

Hay cosas que no podía hacer con una sola mano y es allí donde necesitaba que alguien viniera y me ayudara a hacer lo que yo no podía hacer solo. Esto me hizo reflexionar en las muchas veces que he querido hacer las cosas solo y he olvidado que Dios quiere ayudarme, que Dios conoce la forma de darme una mejor vida.

Nosotros nos desesperamos, porque las cosas no están en el momento que queremos y creemos que la forma de hacerlo es no depender de DIOS, al tomar esa actitud solo estamos perdiendo el tiempo, porque nada, ni nadie puede suplir al Todopoderoso. Vale la pena aunque cueste, depender y confiar en nuestro gran Padre.

Dios enviará cosas grandes y maravillosas, se abrirán puertas que no imaginamos, pero nosotros debemos sorprender al Señor con nuestra FE, con nuestra dependencia de Él, porque Él tiene cuidado de nosotros.

publicado originalmente el 1 de enero de 2011.