2020 año para...

«El 2020 es un año para el olvido» me dijo alguien hace unos días y esas palabras inspiraron lo que escribo a continuación.

Cuando comenzó el 2020, tomé una hoja he hice una lista ambiciosa y agregué planes, metas, proyectos que en el nuevo año debía cumplir y cuando todo parecía caminar, bien hizo su aparición una situación que nunca antes viví,  la pandemia.

Sabes de lo que hablo, no estaba preparado para los cambios que esta crisis trajo. Algunas puertas se cerraron de inmediato, cuando en marzo esta enfermedad llenó el globo con alerta, incertidumbre y miedo. Algunas otras tardaron unos meses en cerrarse, pero la situación se puso difícil. Te confieso que tuve semanas en las que me sentía abrumado y que parecía llover sobre mojado, algunos días sentí que sufría solo y en silencio.

Han pasado más de nueve meses, es 31 de diciembre y este año definitivamente ha sido diferente, muy diferente y puedo ver hacia atrás y me doy cuenta de que hace muchos días dejé de sentirme agobiado, el nudo que permaneció en mi garganta se fue, hoy me siento sorprendido, agradecido, afortunado y con más fuerza que nunca.

¿Cómo le hice? Depositen en él toda ansiedad, porque él cuida de ustedes. 1 Pedro 5:7. Tuve que volver y darme cuenta de que estaba poniendo mi confianza en el lugar equivocado y descansé en Dios, fue un proceso de reencuentro. Confiar en Dios no es solamente creer que el Dios y que proveerá, si no también dejar que el forme mi carácter y poner en sus manos mis emociones, mis relaciones, mis dificultades y los anhelos y sueños que en algún momento pude comenzar sin ni siquiera haberle preguntado al Señor si estaba de acuerdo.

Cuando digo que fue un proceso de reencuentro, quiero decir que tuve que desaprender mi forma de "confiar", es fácil confiar cuando crees tener todo bajo control, cuando tienes los recursos necesarios y sientes que eres el dueño de tu vida, pero confiar cuando hay incertidumbre es realmente todo un reto, pero valió la pena porque en este año que muchos desprecian y urgen terminar, yo puedo decir que me siento más fuerte y que fue una escuela que agradezco.

En este 2020 glorifico a Dios porque pude terminar mi primera Maestría, sabías de que lamentablemente en Guatemala solo el 0.5% de la población tiene un grado de Maestría o Doctorado según datos del INE. Lo menciono porque en este año de crisis soy parte de ese 0.5%. 

En este año donde se cerraron puertas en las que había puesto mi esperanza, terminé de escribir mi segundo libro, está revisado, diagramado, diseñado, en proceso de impresión y listo para ser lanzado PreNoviazgo, este libro que será útil a preadolescentes, adolescentes y jóvenes, será lanzado en febrero 2021. 

Hoy es el día 366 de 2020 y estoy cumpliendo la meta de terminar 366 días a solas con Dios, publicando todos los días un video devocional como herramienta para ayudar a las personas a conectarse con Dios, fue todo un reto comenzar, pero mucho más terminar con fidelidad y casualmente en el año de pandemia pude llevar un video devocional cada mañana a través de youtube, era un compromiso diario, una gran meta y se logró.

No miento para mí ha sido difícil, de hecho 2020 es de los años más complicados que recuerdo, pero creo que este año ha sido buena escuela y la agradezco, porque de verdad siento que soy mejor de como lo comencé y la famosa crisis me sacó de la zona de confort y me llevó a buscar lo que verdaderamente necesitaba, para mí ha sido un año para crecimiento ¿Cómo fue tu 2020? 

La dificultad abraza pero la misericordia de Dios abraza mucho más fuerte, soy testigo de eso. Un año es tiempo y el tiempo no es bueno o malo, además no puedo asegurarte de que las condiciones del mundo serán mejores para el 2021, pero si puedo garantizarte de que vale la pena proyectarse con la confianza en el lugar correcto y ese lugar es Dios, comienza tu 2021 soñando sin afanes y obsesiones, poniendo tus emociones y relaciones en las manos del Señor, y antes de poner tus sueños y metas en él, pregúntale si esas metas y sueños lo glorifican y son parte de su propósito para tu vida.

Deseo de corazón que en 2020, en medio de la dificultad hayas podido crecer y hoy te encuentres más cerca de tu Dios y Señor. Hoy todos esperan de que el 2021 traiga prosperidad, riqueza, etc. Pero esas cosas nos las trae el tiempo, hoy es un buen día para poner las cosas en orden, tomar buenas decisiones, confiar en Dios y entonces si, de corazón anhelo que en el 2021 sigas viendo las misericordias del Señor abrazándote cada día. ¡Feliz año nuevo!