¿Qué es un devocional? Consejos prácticos | El Blog de Julio


Despertar, sentarte en la cama, tomar el teléfono, revisar redes sociales, cuando te das cuenta, se te han escapado 15, 20 o hasta 30 minutos y entonces toca correr y prepararte para salir a la rutina de cada día. Te doy otro ejemplo: Llegar a casa muy agotado, cenar, preparar loncheras, tareas o alguna otra responsabilidad, ponerte pijama, acostarte y encender la televisión para ver tu serie favorita hasta que te quedas dormido. ¿Alguna vez te ha pasado cualquiera de estas dos situaciones?


Me han pasado ambas y muchísimas veces, pero hay un detalle en estos ejemplos: ¿No hay interacción con Dios? Me refiero a una interacción intencional y dedicada, y no a la fugaz oración de “Gracias, Señor, por este día” o “Guárdame mientras descanso”. Vale la pena mencionar que son dos momentos importantes en el día de un cristiano, porque existen muchos motivos para mostrar gratitud al Señor, por ejemplo: por despertar, por tener vida y fuerza para levantarte y, al acostarte, el corazón debe estar agradecido por todo el favor recibido a lo largo del día.


Si en esos momentos en donde existe alta gratitud no tomamos un tiempo para hablar con Dios, ¿tendremos la capacidad de hacerlo en otro momento del día en donde la rutina exige y presiona?

El salmista escribía: “Sólo una cosa le pido al SEÑOR; esto es lo que más quiero: habitar en la casa del SEÑOR por el resto de mi vida. Así podré disfrutar del placer de estar junto al SEÑOR y visitarlo en su templo”. Salmo 27:4 PDT.


¡Qué lindas palabras! Estoy seguro de que el escritor no se refería solamente a su pasión por visitar el templo físico de manera eventual; me parece que él está hablando de una pasión mayor. ¿Y si él se refería a buscar al Señor con pasión? David declaraba: “Señor, en tu presencia quiero estar todos los días” y lo describe como un placer. Es oportuno recordar que el Señor habla de David como el hombre conforme a su corazón. ¿Te gustaría ser el hombre o la mujer conforme al corazón del Señor?


Acá es en donde entra el devocional. ¿Qué es un devocional? En palabras sencillas, es un tiempo diario programado de manera intencional y dedicado para adorar, orar, meditar en la Palabra y escuchar la voluntad de Dios. Esto quiere decir un tiempo planificado, no espontáneo. ¿Cuándo fue la última vez que planeaste estar a solas con Dios?


Cuando tú y yo reservamos tiempo para él, le decimos que tu presencia y compañía es fundamental para mi día.


Muchas veces nuestra vida cristiana se fundamenta en la asistencia eventual que hacemos a un templo, pero la Biblia nos invita a cimentar nuestra vida en Jesús y, cuando tú y yo reservamos tiempo para él, le decimos que tu presencia y compañía es fundamental para mi día, para mi vida. 


Mateo escribe las palabras que Jesús enseñó: “Pero tú, cuando ores, entra a tu cuarto, cierra la puerta y habla con tu Padre. Así recibirás recompensa de tu Padre, porque Él ve todo lo que se hace en secreto.” Mateo 6:6 PDT. No basta con cantar o repetir oraciones de domingo; Dios espera por ti todos los días.


Hacer un devocional no es un ritual; es nuestro privilegio de poder entrar todos los días delante de la presencia del Dios creador de todo, y con acciones decirle: “Eres lo más importante para mí”.

Ora conmigo: Señor Jesús, reconozco mi necesidad de buscar tu presencia todos los días, ayúdame a ser más diligente en reservar tiempo a solas contigo y aumenta mi fe. En tu nombre oro, amén.


SEÑOR, de todo corazón quiero conversar contigo y aquí estoy para adorarte. —Salmo 27:8 (PDT)


¿Cuándo comenzarás con tu devocional personal?

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Con cariño en Cristo,
Julio Calo
@elblogdejulio

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