pues de día y de noche,
por Dios y por el bien
todavía hay batallas que luchar.
Deseo abandonar, más no lo haré
aunque enfermo me siento y es verdad,
preocupado y sin ánimo, lo sé
cansado y abatido y tanto más.
No podría rendirme ¡no jamás!
mi armadura en el suelo no veré,
no me veré yaciendo derrotado,
deseo abandonar, más no lo haré.
Que sea este mi ruego y mi cantar
que Dios me fortalezca al caminar,
para seguir luchando contra el mal.
Aunque desee rendirme ¡no lo haré!
Autor desconocido
2 Comentarios
Dios te bendiga Julio López, Dios te siga usando
ResponderBorrarEn algún momento hemos sentido reales estas palabras, podemos decir Dios ah sido fiel y a renovado nuestras fuerzas aún cuando no tenemos ni una.
ResponderBorrar¿Qué te pareció este artículo? Deja tu comentario.