pues de día y de noche,
por Dios y por el bien
todavía hay batallas que luchar.
Deseo abandonar, más no lo haré
aunque enfermo me siento y es verdad,
preocupado y sin ánimo, lo sé
cansado y abatido y tanto más.
No podría rendirme ¡no jamás!
mi armadura en el suelo no veré,
no me veré yaciendo derrotado,
deseo abandonar, más no lo haré.
Que sea este mi ruego y mi cantar
que Dios me fortalezca al caminar,
para seguir luchando contra el mal.
Aunque desee rendirme ¡no lo haré!
Autor desconocido
Dios te bendiga Julio López, Dios te siga usando
ResponderBorrarEn algún momento hemos sentido reales estas palabras, podemos decir Dios ah sido fiel y a renovado nuestras fuerzas aún cuando no tenemos ni una.
ResponderBorrar