¡Que Dios te sorprenda! en este nuevo año:


Estamos por comenzar un nuevo año y el que finaliza ha tenido de todo, cosas buenas y algunas otras que no dejan buen sabor de boca, pero en medio de todas esas circunstancias lo importante es aprender las lecciones, la vida es escuela.

En estos días es común ver publicaciones en redes sociales con frases como: “nuevo año sorpréndeme”, “Que el nuevo año te sorprenda”, “Que Dios te sorprenda en el nuevo año”, etc.

Todos iniciamos el nuevo ciclo optimistas de que el cambio de dígito traerá consigo muchas buenas cosas  ¿Es esto malo? no, pero tampoco es realista. Definitivamente todos queremos estar mejor y que los anhelos, metas y proyectos que no se han cumplido este año, tomen forma y se hagan realidad. Por ello esperamos ser "sorprendidos", como tratando a la vida de injusta.

Hay dos cosas en las que debemos reflexionar:

1- LO QUE SIEMBRAS, COSECHAS:
La biblia es clara y nos dice:

“El malvado recibe una paga engañosa; el que actúa con justicia, recompensa efectiva” Proverbios 11:18.

“El que siembra maldad, cosechará calamidades; ¡el Señor lo destruirá con el cetro de su furia!” Proverbios 22:8.

“No se engañen ustedes: nadie puede burlarse de Dios. Lo que se siembra, se cosecha. 8 El que siembra en los malos deseos, de sus malos deseos recogerá una cosecha de muerte. El que siembra en el Espíritu, del Espíritu recogerá una cosecha de vida eterna” Gálatas 6:7-8.

“Acuérdense de esto: El que siembra poco, poco cosecha; el que siembra mucho, mucho cosecha” 2 Corintios 9:6.

Eso significa que en el nuevo año mi cosecha NO SERÁ MEJOR, a menos de que cambie la semilla o el fruto que estoy sembrando. Muchos NO SIEMBRAN y esperan cosecha ¡Eso es absurdo! Si en el nuevo año quieres más ingresos, trabaja fuerte, emprende; esperas que te alcance el dinero, administra mejor; esperas promoción en el trabajo, conviértete en un trabajador diligente. Dios no premia la mediocridad.

Así que creer que el "nuevo año" te sorprenderá con cosas buenas, mientras llevas una vida a medias es una falacia.

2- ¿QUE DIOS TE SORPRENDA?:
Todos queremos que Dios nos sorprenda en el nuevo año, ¿Acaso Dios no nos sorprende todos los días con sus incomparables bendiciones?, Dios nunca se ha olvidado de ti y tampoco es el genio de la lámpara que concede todos tus caprichos.

¿Qué tal si corregimos la errada frase? y en lugar de esperar “sorpresa”, trabajamos en SORPRENDER.

Desde hace algunos años hay una frase con la que vivo e inicio, “En este nuevo año voy a sorprender a Dios con mi fe”.

Lo que necesitamos es un cambio de actitud y reconocer que hasta acá Dios ha tenido cuidado de nosotros y que nuestro estilo de vida bueno o malo, nos acerca o aleja de las bendiciones que la obediencia genera.

 

Si cambiamos nuestro estilo de vida y trabajamos en ser mejores para Dios y lo honramos, crecemos y somos mejores hijos, entonces Dios se encargará de bendecirnos y abrirnos las puertas que necesitamos. Insisto Dios no premia la mediocridad, no es el padre alcahuete que da premios a sus hijos mal portados.

¿Anhelas una sorpresa para el nuevo año? Tu actitud es la clave. Vivamos obedeciendo la Palabra del Señor. Nosotros no tenemos razones para vivir en la incertidumbre, si llevamos una vida coherente y obediente al Señor ya sabemos cuál será nuestro galardón, da una vuelta por Deuteronomio 28 y conoce cuales son las consecuencias de la obediencia y desobediencia.

Siembra y cosecha, ¡lo que sembraste! sin sorpresas.


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