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Mostrando las entradas con la etiqueta cristianismo

El teléfono sin carga

Abrí los ojos aquella mañana y el despertador no sonó, de inmediato vi el teléfono ¿qué hora es? ¿Por qué no ha sonado? y ¡bingo! el teléfono estaba 0% de batería ¿Pero, cómo era posible eso sí estuvo conectado toda la noche?  La verdad es que no me percaté de que conecté incorrectamente el móvil y aunque estuvo con el cable puesto toda la noche, la carga nunca llegó. La vida cristiana es igual, no funciona si no me conecto. No basta con ir al templo, no basta con tener privilegio, si no hay un compromiso de corazón, si la integridad y la santidad no se han convertido en una prioridad, si la Biblia no se ha vuelto mi guía diaria, quizás solamente estoy como aquel teléfono, con un cable medio puesto pero sin acceso verdadero a la fuente de poder. De nada sirve el teléfono sin electricidad, no merece llamarse teléfono porque sin energía será solamente un juguete, no sirve para nada más que para hacer cuña a aquella mesa dispareja y la persona que vive un cristianismo li

¿Por qué callar?

¿Por qué dejar que otros caminen al borde del abismo  cuando podemos por lo menos advertirles que hay peligro? Obviamente no debemos manipular,  no se trata de decirles desde mi punto de vista por donde caminar , la gente debe decidir por sí sola,  pero debes estar allí para contarles que alguien quiere acompañarles. Lo que es inevitable, es que tenes algo que decir,  tenes algo para compartir con la gente,  tu corazón quema por decir la verdad que vive en vos,  una verdad absoluta e irreversible. ¿Por qué ocultar esa verdad? ¿Por qué aparentar lo que no sos? Debes entender que esa verdad es más grande que vos y si no la vivís un día también te confrontará. Nada tiene que ver con tu forma de vestir y con la música que escuchas,  No se trata de vivir a medias tintas, siendo hoy y mañana siendo un traidor de la verdad que te salvó, si crees esa verdad que mancha con sangre una cruz y que dejó vacía

¡Fallé!

Debes saber que cuando escribo, el primero en ser confrontado con la Palabra soy yo.  No soy un sabelotodo, soy un imperfecto que también ha caído, pero he encontrado misericordia y gracia. "Nada gana uno con gloriarse de sí mismo. Sin embargo, tengo que hablar de las visiones y revelaciones que he recibido del Señor" 1 Corintios 12:1 . He cometido errores de los cuales no me siento orgulloso, muchas veces me he sentido en el fango (lodo) he creído que no saldré de esa, me han faltado las fuerzas, he tenido miedo, hasta he pensado que Dios me dejó solo, he llorado porque MUCHAS veces le he fallado a Dios. A pesar de las caídas y mi imperfección, el amor de Dios ha estado allí para levantarme, para hacerme fuerte cuando me siento débil. Dios sabe que no soy perfecto, conoce mis puntos débiles, por ello decido cada día de mi vida cambiar la actitud, no puedo rendirme si sé que Dios cree en mí. Quiero ser un buen hijo de Dios, quiero llamarme