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Mostrando las entradas con la etiqueta evangelismo

¿Por qué debo hablar de Jesús?

Haciendo zapping me encontré con la película “Los secretos de Jonathan Sperry” está basada en la vida de un anciano (Jonathan) que ama a Dios y ama compartir acerca de lo que Jesús puede hacer en la vida del ser humano. Jonathan se da a la tarea de evangelizar a un grupo de adolescentes, uno de los chicos recibe una lección con estas palabras "Sigue hablando de Jesús, algunas personas precisan escucharlo"  y esta frase es el objeto de esta reflexión, una frase sencilla pero debo confesar que llegó directo al corazón y me sentí culpable. ¿Por qué culpable?  1- Porque lo que hago para el Reino no es suficiente, puedo hacer más, seguramente tú también puedes hacerlo.  2- Porque soy parte de esta generación en donde se habla de pérdida de valores, violencia, muerte y vanidad.  3- Porque hacer religión no significa que estemos compartiendo salvación. 4- Porque estoy seguro que siempre hay alguien cerca mío que necesito conocer estas buenas noticias. Somos

¡Qué gran privilegio!

Tengo 20 años de haber abierto mi corazón a Jesús, han sido los mejores años de mi vida aunque no han sido fáciles. Las caídas han sido muchas, los desánimos incontables y el deseo de tirar la toalla ha pasado por mi cabeza muchas veces. 

¿Cristiano o mundano?:

Si un cristiano trabaja en una radio secular o un buen actor "evangélico" graba una película de Hollywood, si la mejor actriz de la iglesia es invitada a participar de una obra no cristiana en el teatro, si el mejor músico de la congregación es invitado a tocar en una súper banda del momento que no es cristiana ¿Qué pensarías? Muchos pueden decir: ¡Eso no es de Dios! Hace algunas décadas en las congregaciones desmotivaban a los muchachos para que no asistieran a la universidad porque allí corrían peligro con tentaciones, eso me hace entender que consideraban que la luz de esos jóvenes no era suficiente como para impactar . La industria y el mercado cristiano se han incrementado de una manera exuberante y eso debería hacernos sentir bien, pero en realidad esto me genera una gran preocupación porque tenemos nuestro propio entretenimiento “santo” y nos acomodamos, entonces nos olvidamos que tenemos una misión : "Vayan, pues, a las gentes de todas las naciones