Amado pastor:
Desde hace mucho quería decirte lo que ahora escribo y es que tengo tanto que agradecerte porque has estado conmigo, me has escuchado, enseñado y con paciencia escuchaste alguno de mis berrinches que acompañaron mi inmadurez. Sin ser tu hijo me has amado como tal, y aunque nunca me lo hayas dicho sé que muchas veces has orado por mí para que Dios siga trabajando en mi corazón, me transforme y me haga útil en Su Reino.
Comprendo que no eres perfecto, que cometes errores como todo ser humano y que muchas veces somos injustos al señalarte, pero tienes que saber que admiro tu obediencia y perseverancia ante el llamado que Dios te presentó. Todos queremos hacer realidad nuestros sueños y tú por obediencia decidiste darle la espalda a todo aquello que un día soñaste para hacer realidad lo que Dios soñó para ti.
Gracias por sacrificar tiempo en familia, tiempos de comida y hasta interrumpir tu descanso para ir y acompañarme cuando necesité de alguien que orara por mí en medio de alguna necesidad. Muchas veces tus palabras, ese abrazo y esa palmada en la espalda fueron el combustible para volver a levantarme.
Todos queremos hacer realidad nuestros sueños y tú por obediencia decidiste darle la espalda a todo aquello que un día soñaste para hacer realidad lo que Dios soñó para ti.
Quizás nunca te he preguntado si te sientes bien, si tienes necesidad de algo y a pesar de tener tus propias luchas y necesidades, tu corazón de pastor es tan grande que ayudar a los demás se vuelve una prioridad, sacrificando tu momento.
Dios bendiga tu vida, tu familia, tu corazón. Gracias por ser mi padre espiritual, por darme con cuidado y sabiduría el alimento de la Palabra del Señor. Gracias porque durante estos años he aprendido de ti la pasión de amar al prójimo y con tu ejemplo me has desafiado a amar cada día más a Dios.
Gracias por lo que haces, por tener en tu corazón a cada una de las “ovejas” que Dios puso a tu cuidado, gracias por ser luz, por ser bendición a grandes y pequeños, por abrazar la visión de salvación que el Pastor de pastores puso en ti. Tu vida ha servido de inspiración, no solo para mí sino para muchos y por ello hoy con alegría y con el amor de Dios en mi corazón te digo: ¡que bendición! llamarte MI PASTOR.
Derechos reservados
7 Comentarios
Increíble, maravilló
ResponderBorrarexcelente me encanta que Dios te bendiga
ResponderBorrarhermoso esto es honrar
ResponderBorrarque bello gracias no soy buena dando palabras esto expresa lo que quiero decirles use algunas frases para un video para mis pastores
ResponderBorrarHermosa carta
ResponderBorrarTremendo palabras muy hermosas que describen a un pastor. Gracias
ResponderBorrarHermosas palabras para un pastor gracias
ResponderBorrar¿Qué te pareció este artículo? Deja tu comentario.