Más que sexo:


La Biblia nos cuenta (Génesis 25:27-34) la historia de dos hermanos Esaú el primogénito y Jacob el menor de los gemelos. En una ocasión Esaú hambriento hizo un "negocio", a cambio de un plato de lentejas accedió a cederle su primogenitura a Jacob. El final de esta historia nos muestra a Jacob recibiendo la bendición de su padre Isaac, bendición que debió recibir Esaú.
La treta de Jacob fue más allá de un plato de lentejas, él anhelaba la bendición. Esaú menospreció la primogenitura y se quedó con las manos vacías.

Hace algunos días escuchamos a un líder que oficiaba una boda religiosa, él dijo a los novios: "Ustedes aún no entienden la magnitud de lo que están haciendo... su obediencia a Dios traerá bendición para ustedes, sus hijos y sus nietos".

Por supuesto, él se refería a la obediencia de honrar a Dios a través del matrimonio, un concepto que socialmente parece estar devaluándose pero que para Dios sigue siendo la única manera de bendecir una unión entre un hombre y una mujer.

Obediencia = bendición

Desobediencia = Maldición. Lee Deuteronomio 28.



Comprendo perfectamente que en algunos sectores de la sociedad hablar de "guardarse virgen" hasta el matrimonio es anticuado, ridículo. Algunos rechazan esta postura tildándola de conductas puritanas, falso moralismo o presiones de entorno.

¿Realmente es tan malo el sexo? ¡No! El sexo fue creado por Dios, en el tiempo y contexto correcto es un deleite... ese tiempo y contexto es EL MATRIMONIO. Fuera de este tiempo, el sexo puede traer terribles consecuencias porque es desobediencia y la desobediencia trae consigo maldición.

"Es tu cuerpo y puede hacer con él lo que quieras" dicen algunos, pero debes tener claro que tu obediencia a Dios traerá bendiciones que te marcarán a ti y a tu descendencia, y tu desobediencia traerá consecuencias lamentables que te marcarán a ti y a tu descendencia.

¿Cambiarías tu bendición por un plato de lentejas? verdad que no, es absurdo... Pues cuando accedes al sexo fuera del matrimonio, te estás comiendo las lentejas y te estás perdiendo la bendición del padre.



Escrito 6 marzo 2017
Artículo de: Julio López Carranza. Derechos Reservados

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