Se acercó a mí y me dijo: “Leía las publicaciones de tu blog, es una lástima que no sigas escribiendo”, sonreí mientras pensaba que responder y entonces me excusé: “He estado sumamente ocupado, espero volver pronto”, esta persona continuó: “En tus blogs he recibido palabras muy oportunas, Dios usa tus palabras más de los que piensas”, concluyó.
Inicié escribiendo blogs allá por el año 2009, me servía como un ejercicio terapéutico, era un diario personal en donde escribía ideas, pensamientos, reflexiones que Dios me daba para mí, pero que con el paso del tiempo se convirtió en una oportunidad de llegar a otras personas y Dios ha sido bueno, porque ha usado estas palabras también para el crecimiento de otros. Ya el blog en su historia tiene más de un millón de visitas.
Escribiendo he llorado, he reído, me he desahogado, sigue siendo terapéutico y aunque no me considero un destacado escritor, con esta habilidad que he ido desarrollando puedo sentir cómo Dios despierta mi creatividad como pocas cosas logran hacerlo. Escribiendo he sentido Su abrazo y consuelo, en innumerable cantidad de ocasiones y deseo que mientras las personas me leen, encuentren el mismo gozo que yo encuentro en el Señor.
Aquí estoy de vuelta una vez más en las letras de un blog, recordando las bondades de Dios y pensando en que nunca es tarde para poner al servicio del Señor los talentos y habilidades que hemos recibido ¿Qué tienes tú para ofrecer? ¿Qué talento o habilidad has descuidado por estar tan ocupado en otros temas? ¿Qué talento descuidado quema tu corazón ahora mismo? mientras sientes como una voz te dice: ¡Necesitas retomarlo!
Nunca es tarde, repite conmigo: ¡Nunca es tarde! Hoy es un buen día para comenzar o para retomar lo que has tenido entretenido, aquello que sabes es una misión, deja que Dios haga en ti, contigo y a través de ti, como Él mejor crea, para la Gloria de Su Nombre. Solo deja los pretextos y ocúpate en los talentos que Él te encomendó.
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