El loco del martillo



El golpe del martillo en la madera fue su compañero durante muchos años. Estaba haciendo lo que se le ordenó, aún cuando las personas alrededor lo veían con rareza, “está loco” decían “¿quién hace esas cosas en este tiempo” murmuraban. 


Los amigos lo habían abandonado, por lo menos ninguno de ellos se sumó a la tarea. Mientras sonreía con cierta ironía, en silencio se decía: “Es cierto, a veces creer es más difícil cuando te ves solo, pero ¿quién quiere golpear madera y creer en lo que se me ordenó?”. Convencido estaba, “trabajo y creo en algo verdaderamente grande”, repetía.


Algunas veces pensó en dejar el martillo y el serrucho, estaba abrumado, y aquella pregunta lo atormentaba ¿será que en verdad sucederá? ¿En verdad Dios cumplirá su Palabra? Y la madera recibía algunas primeras gotas que venían de sus ojos.


Después de tanto trabajo y de tanta espera, aquella mañana se levantó y vio cómo el cielo se llenaba de una nubosidad diferente y con ella comenzaron a caer gotas inesperadas. Mientras todos en su comunidad se sorprendían y tocaban a su puerta, él sabía que esta agua del cielo era por lo que había dado los mejores años de su vida, se acercó a su mujer y a sus hijos y les decía con lágrimas en los ojos “Dios cumplió, el Señor lo hizo”.


No sé por qué estás orando hoy, solo quiero recordarte que Dios siempre cumplió su Palabra, pronto caerá el agua del cielo, solo sigue trabajando con fe para el Dios de la promesa.

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