El blog de Julio

«El 2020 es un año para el olvido» me dijo alguien hace unos días y esas palabras inspiraron lo que escribo a continuación. Cuando comenzó el 2020, tomé una hoja he hice una lista ambiciosa y agregué planes, metas, proyectos que en el nuevo año debía cumplir y cuando todo parecía caminar, bien hizo su aparición una situación que nunca antes viví,  la pandemia. Sabes de lo que hablo, no estaba preparado para los cambios que esta crisis trajo. Algunas puertas se cerraron de inmediato, cuando en marzo esta enfermedad llenó el globo con alerta, incertidumbre y miedo. Algunas otras tardaron unos meses en cerrarse, pero la situación se puso difícil. Te confieso que tuve semanas en las que me sentía abrumado y que parecía llover sobre mojado, algunos días sentí que sufría solo y en silencio . Han pasado más de nueve meses, es 31 de diciembre y este año definitivamente ha sido diferente, muy diferente y puedo ver hacia atrás y me doy cuenta de que hace muchos días dejé de sentirme agobiado, el

Al Barcelona le metieron 8 goles en la peor derrota de su historia en torneos europeos, pero a pesar de lo doloroso del momento y aunque ese recuerdo quedará marcado en su historia, el equipo tratará de superarlo y ser mejores, habrán cambios y la próxima temporada volverán a dar batalla, porque para eso existe el club, para ganar y eso significa que tendrán que intentarlo de nuevo ¿A ti, qué te impide levantarte y seguir en busca de tu propósito? Todos en algún momento hemos tenido victorias que hemos celebrado con todo, pero seamos claros, por muy idealistas que nos sintamos no somos inmunes al fracaso. En nuestra vida han llegado o llegarán derrotas que parecen más bien una humillación, algo casi imposible de superar ¿por qué? porque somos humanos y los humanos nos equivocamos, tenemos fuerzas limitados y porque los fracasos en su momento pueden ser realmente grandes lecciones de aprendizaje y crecimiento . ¿Pero qué puedo aprender de una derrota? Claro, una derrota no es desde nues

Se ofendieron porque él dijo: "destruyan el templo y lo reconstruiré en tres días". Lo veían como blasfemo por decir ese tipo de palabras porque para ese grupo de fariseos el templo más importante que poseían era esa antigua construcción en Jerusalén. No digo que el edificio no sea importante, digo que el templo más valioso que poseemos va con nosotros a todo lugar "¿Acaso no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, quien está en ustedes y al que han recibido de parte de Dios? Ustedes no son sus propios dueños;" 1 Corintios 6:19 . Los fariseos tenían reglas, tenían líneas doctrinales, templos, jerarquías, conocimiento, pero no la práctica, sabían del Dios altísimo pero no pudieron reconocerlo cuando estuvo en medio de ellos, todo lo contrario, llenaron de celo su corazón, se sintieron amenazados y decidieron sacarlo del camino porque los ponía en jaque. "Cuando estén en la plataforma adoremos juntos al Señor" dije y una persona realmente ofendi