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Estoy harto de esta vida

«Estoy harto de esta vida» me dijo mientras su mirada se dirigía al piso , me dejó sin palabras y lo único que pude hacer fue poner mi mano sobre su hombro, inmediatamente las lágrimas llenaron sus ojos y pude sentir su esfuerzo por no quebrarse pero fue inevitable, lloró por unos minutos y mientras le alcanzaba un pañuelo dijo: «Gracias, por esto», aunque quería dar palabras que animaran no pude decir nada, solo sonreí y pude ver como en mi compañía encontró consuelo. Realmente aquella mañana no dije nada que pareciera valioso, no salieron de mi boca palabras llenas de sabiduría, solo callé, abracé y acompañé. También me he sentido así, he tenido días en los que solo quiero sentirme comprendido, escuchado, querido. La Biblia nos invita con las siguientes palabras «Si alguno está alegre, alégrense con él; si alguno está triste, acompáñenlo en su tristeza» (Romanos 12:15 TLA), pero por alguna extraña razón las personas siempre tenemos la manía de hablar antes de escuchar, creemos que

Millenials, paternidad e infoxicación

A finales de los años noventa y con la incertidumbre del famoso 'Y2K' que aperturó la década de los dos mil, llegó la nueva era tecnológica. Por supuesto los chicos de ahora piensan que siempre existió Youtube, Tiktok, videojuegos, gamers, etc. Pero hubo una generación que tuvo que asimilar la transición de ser la última generación análoga y convertirse en los primera generación digital , los millenials (1981-2000) fuimos la última generación en ver que se enviaban cartas, telegramas, fax y dimos cabida a utilizar correo electrónico, MSN y redes sociales. No digo que mi generación haya liderado esta transformación porque eso lo debemos a los baby boomers y a la generación X, pero fue mi generación la que tuvo que vivir esa etapa entre dos mundos, a muchos de los millenials no nos asustó el cambio y con gusto recibimos el reto del aprendizaje y adaptación, dejando atrás lo que antes conocimos y ahora ver el presente y futuro. Quizás a los Baby boomers (1945-1960), generación X (

Un niño soñador:

  Allí estaba aquella vieja radiograbadora que servía de escenario y los tres pequeños niños subidos en la cama, rodeados por un pato Donald, Mikey Mouse y algunas muñecas que eran parte del público que disfrutaría del gran espectáculo que estaban montando, y era entonces cuando el mayor de los tres tomaba al pato y hacía la presentación esperada: «Señoras y señores, hoy tendremos un espectáculo maravilloso, lo disfrutaremos al máximo, recibamos en nuestro escenario a...» y presentaba a Mikey que hacía playback con alguna de las canciones que sonaban en la emisora favorita, esto terminaba por convertirse en un juego mágico y divertido. Los años han pasado y aquel pequeño niño que jugaba a presentar artistas, que disfrutaba narrar los partidos que se jugaban en la mesa de su comedor y en dónde los protagonistas eran 22 pequeñas figuras de plastilina que el manejaba con sus propias manos, ese pequeño que tenía cuadernos "secretos" en donde escribía fábulas, historias, intentos

Mal agradecidos

Los veía a los ojos, quería mostrar mucha honestidad y transparencia ante sus visitantes, por ello acompañó su serio rostro con las siguientes palabras: «Ese lugar no les conviene, allí tratan mal a las personas; por eso nosotros mejor nos fuimos a otro sitio, allí si saben como tratarnos» .  Esta persona recién abandonó una congregación, salió herido, molesto y debía descargar toda su frustración hablando mal de la entidad que durante muchos años lo acogió, no digo que la congregación no tenga alguna responsabilidad porque perfecta no era, pero quiero decir que quizás olvidó mencionar que se va porque robó y estafó a algunos "hermanos", ante esa situación decidió hacerse víctima y culpar a otros, así disfrazar la responsabilidad de sus hechos y desviar la atención hacia otro lugar, aunque su corazón siga contaminado y enfermo (historia creada para fines ilustrativos) . Siempre he sido una persona bastante estable en permanencia, he tenido unos cuantos trabajos a lo largo de

Incómoda mirada:

Piloteaba mi nave, no era un taxi y tampoco un Volswagen del año 78. Aquella mañana salí muy temprano de casa, la radio me acompaña como es costumbre, me ayuda por cuestiones de trabajo, pero también para hacer más entretenido el camino. Mientras esperaba el cambio de color en un semáforo sentí que alguien me observaba ¿alguna vez has tenido esa sensación de que alguien te está viendo? curioso busqué y efectivamente pude ver a una persona abordo de un autobús que me veía fijamente con interés y me sonrió, no miento fue un momento sumamente extraño y me hice el desentendido, segundos después volteo de nuevo y su mirada seguía clavada en mí, quería que el tráfico avanzara para despegarme de la incómoda situación. El semáforo cambió a verde y continué hacia mi destino, pero darme cuenta de que alguien me veía sin yo notarlo de inmediato me hizo sentir invadido , claro la persona en el otro transporte no me hizo nada, más que verme, si es que realmente yo era el centro de su atención, «Qu